Hacen 38 grados en el dia más caliente de la primarera tucumana, una luna espléndida adorna el cielo y La Ciudadela esta llena desde antes que el sol se escondiera detras del Cristo del Cerro San Javier. La hinchada se anima cada vez más a entonar canticos que evocan los pasos por primera y la esperanza que se acrecienta en cada en encuentro. A los 31 minutos, llega el delirio, como desde ya hace tres partidos consecutivos el Jota vence al guardian de turno y las tribunas se vienen abajo. Anota su sexto gol en este campeonato. Apenas el juez decreta el necesario descanso, se produce el apagón que deja a media capital en la oscuridad. Entonces un rio de pequeñas luces acompaña un ritual que no se daba desde aquel partido con Chacarita en el que el granizo y la lluvia castigaba a un público que se envalentona y alienta cada vez más fuerte, como si toda esa energia fuece a devolver el brillo a las oscurecidas torres de iluminación, que en un juego interminable se encienden y apagan durante casi una hora.
Por fin vuelve la electricidad y se pone en juego la segunda mitad. El "Jota" es sustituido por "Marian" y éste antes de que se termine la fiesta, alarga la diferencia con una excelente asistencia del "Ratón". Luego vendrán los anuncios de las derrotas del "Pirata" y el "Cervecero", inmediatos seguidores en la tabla, y las cada vez más espectaculares intervenciones del "Tito". Pitazo final y empieza a rondar en la cabeza de cada uno de los por lo menos 25.000 cirujas la idea de volver, si claro a casa pero tambien a Primera...
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